martes, 8 de diciembre de 2009

CIEN DIAS DEL GOBIERNO DEL FRACASO DE ROLANDO CASTELLANOS II.


La diferencia entre las administraciones perredistas con la priísta de Rolando castellanos se acentúa cada vez mas, y tiene que ver precisamente con los compromisos que van a la par con un programa de izquierda apegado a las necesidades de la gente, situación que lleva a la actual administración a mantener forzadamente programas sociales que la administración perredista anterior instrumentó en congruencia con las políticas públicas puestas en marcha por Andrés Manuel López Obrador en su calidad de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Estos programas requieren ser vigilados por los ciudadanos para evitar que se desvirtuen y se manipulen los padrones de beneficiarios excluyendo a ciudadanos que se incorporaron desde un inicio, o se les intente dar un uso clientelar tal como sucede con los programas estatales.

Una de las áreas de la administración que llaman la atención a cien días frente a la administración municipal ( nótese que no se dice gobierno municipal), es el OPDAPAS, organismo descentralizado que en otros momentos ha servido de trampolín político y en esta ocasión su plantilla de funcionarios sabían de todo, menos de agua. La desconfianza que tiene en su equipo el Director general Jaime Luna, lo lleva a estar fiscalizando permanentemente a todo el personal en los pozos, asumiendo con ello la ineficacia de su directora de Recursos Humanos, o la incapacidad de Juan Cerda en la dirección de Operación Hidráulica, obviamente ahora es explicable el porqué no han podido cumplir con su compromiso de "Agua limpia y Constante". También encontramos por otro lado que el director se ha convertido en un violador del derecho laboral, donde va de la mano con el antorchista Rolando Castellanos. En agosto se forzó a una de las trabajadoras de la tercera edad a hacer trabajos pesados lo que la llevó al hospital poniendo en peligro su vida al complicarse la presión y la diabetes que padece, pero en estos días encontramos que una de las trabajadoras a quien el jurídico le señala que acaba su relación laboral, solicita su quincena y se la condicionan junto con otra dos que no le recuperan para darle un mísero finiquito, intentando insultar la dignidad de la persona a la que se le obligaba a recorrer colonias lejanas como notificadora, sin viáticos, con sueldo retenido y gastando dinero prestado para trasladarse y cumplir con su compromiso laboral.

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