A partir del 5 de Febrero de éste año los ciudadanos del municipio de La Paz, contamos con un Bando plagado de errores en su estructura, donde aparecen articulados que marcan lineamientos generales o extremadamente específicos imbrincados entre sí.
Se habla del desarrollo sustentable cuando paralelamente se promueve un desarrollo inmobiliario en la parte sur del Megaproyecto y se permite el crecimiento urbano desordenado, se habla de planeación estratégica cuando el rumbo de la actual administración ha sido errático y sorprendentemente los derechos de los habitantes en el Bando se reducen a cinco cuando un año antes eran veintisiete, y por si fuera poco no se incluyen algunas Direcciones que operan como tales.
Casualmente sobre los horarios de de la actividad comercial, se suprimen los relacionados con los tianguis ¿algunos integrantes del cabildo serán juez y parte?.
Un artículo llama mucho la atención, y es precisamente aquel que condena a las víctimas de la pobreza, de la falta de empleo y que refleja lo limitados de los programas sociales. El caso es que ahora se le ha ocurrido a la actual administración multar hasta con mil quinientos pesos aproximadamente a quien se “dedique a la vagancia sin tener una ocupación honesta” (habría que conocer el honestómetro para calificar la ocupación), y a aquellos que “ejerzan la mendicidad, solicitando dávidas en los pasillos, vías o en lugares públicos”. La policía municipal se verá obligada a recorrer probablemente los lugares religiosos, los cruceros y otros lugares para detener a estos infractores y aplicarles el Bando Municipal, de lo contrario el artículo 120 del mismo, se podría aplicar a las mismas autoridades que lo emitieron. Con la aparición de estas sanciones queda claro los motivos que llevan a desaparecer el capítulo de los fines del municipio el tema de la cultura.
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